Qué ver en Tarazona: tras los pasos de PS
Paquita Salas llega a Tarazona, provincia de Zaragoza, para asistir como cada año al Festival de Cine de Comedia de Tarazona y el Moncayo. Aunque, más bien, como ella misma confiesa, va a Tarazona... a comer. Más concretamente busca el Amadeo 2, un bar donde sirven, según la representante de artistas, los mejores torreznos del mundo. En realidad el capítulo cuatro de la segunda temporada de Paquita Salas, El último torrezno de Tarazona, se grabó en Alcalá de Henares, y la verdad es que me llevé bastante desilusión. Sea como fuere, me había picado el gusanillo por conocer el famoso pueblo donde va Paquita Salas al Festival de Cine de Comedia; festival de cine que sí celebra y en 2024 se celebró del 10 al 17 de agosto. En la visita casi coincidimos, de casualidad, con el festival.
¡Tarazona!
Tarazona está en la provincia de Zaragoza, en Aragón, pero a escasos kilómetros de Navarra. Tiene un amplio patrimonio monumental entre los que destaca la Catedral, la plaza de toros vieja, la fachada renacentista del ayuntamiento o las casas colgadas.
Río Queiles
Antes de entrar en la judería, desde el paseo del río Queiles que pasa por el pueblo y, en cierta forma, separa el casco antiguo de la zona más moderna -donde están la catedral, la plaza de toros antigua, entre otras cosas-, se puede ver una de las panorámicas más bonitas de la parte vieja, donde sobresale la torre mudéjar de la Magdalena.
Casco antiguo
Desde el paseo del río entramos en el casco antiguo por una calle y empezamos a subir un poco a la deriva. Perderse en las calles de un pueblo o una ciudad es una de las mejores formas de conocerlo, así que seguimos calle arriba buscando los diferentes monumentos que ofrece la judería de Tarazona.
En estas calles del antiguo se hace mención al Paco Martínez Soria, y en algunos rincones resaltan su figura con carteles. También está la opción de seguir diferentes rutas y señales por el casco antiguo, pero algunas están bastante deterioradas y a veces se hace complicado seguir la ruta. Mediante carteles informativos se puede conocer la historia del casco antiguo.
Otra calle los edificios estaban apuntalados y estaba cerrada. Una de las cosas que más nos llamó la atención del casco antiguo de Tarazona era la sensación de decadencia. Muchos de los edificios necesitan rehabilitación y si a eso le sumamos, como he comentado al inicio, de que hicimos la visita prácticamente solos, daba más sensación de "abandono". Aunque, por otra parte, esta decadencia quizás le da cierto encanto a las calles, aunque algunos edificios directamente se están cayendo.
En pocos días se iban a celebrar las fiestas en honor a San Atilano y en da comienzo a las fiestas un personaje muy particular y especial: el Cipotegato. Es por eso que muchas tiendas estaban preparadas y decoradas para la fiesta.
Plaza de España
Perdiéndonos por las calles del casco antiguo y siguiendo carteles y Google Maps llegamos a la Plaza de España donde se encuentra el Ayuntamiento. Al estar cerca las fiestas, estaban preparando la plaza para la llegada del Cipotegato.
El Cipotegato es un personaje al que el 27 de agosto persiguen a tomatazos; en la plaza, frente al ayuntamiento, hay un monumento en su honor, donde el día de San Atilano se sube dando comienzo a las fiestas.
En la plaza también hay una placa en honor a los Gustavo Adolfo Becker. Durante la estancia de los hermanos Becker en el Monasterio de Veruela entre diciembre de 1863 y julio de 1864 visitaron varios pueblos de la comarca, entre otros, Tarazona. En Cartas desde mi celda escritas por Gustavo Adolfo para el diario El Contemporáneo contaba las experiencias, tradiciones y relatos de la gente con las que hablaban en estos pueblos, y su hermano Valeriano dibujaba y documentaba estas experiencias. En el casco antiguo dos calles también llevan el apellido de los hermanos; Rúas Alta y Baja Becker.
Ayuntamiento
La fachada del Ayuntamiento llama la atención en la plaza. Fue edificada apoyándose en la muralla en el siglo XVI, de estilo renacentista. Aquí se celebraba el mercado y el edifico hacía la función de Lonja; en el siglo XVII pasó a ser utilizado como Casa Consistorial.
Lo que más llama la atención es la original decoración escultórica. Fue realizada en dos momentos; por una parte, la fachada está dividida por un largo friso tallado en yeso y que está fechado en el año de su construcción y representa la marcha de Carlos V tras su coronación en Bolonia como emperador del Sacro Imperio Germánico. Así pues se pueden distinguir los preparativos de la fiesta, los cañones, escuderos portando los estandartes... De esta misma época son los tres escudos sobre cueros recortados; de izquierda a derecha, el de Aragón, el del emperador Carlos V y el de Tarazona. En las demás esculturas del piso principal se distinguen dos figuras alegóricas que representan la Justicia y la Sabiduría, cada una a un lado de la puerta principal, y tres personajes hercúleos que aluden a la fundación de Tarazona.
Judería
Continuando la ruta por el casco antiguo de camino a la iglesia de Santa María Magdalena, y subiendo hacia nuestro nos destino nos encontramos con las casas colgadas.
Las casas colgadas son un conjunto de viviendas que fueron construidas sobre la muralla del barrio del Cinto. Sus fachadas posteriores queda colgadas sobre la calle Judería. Están en las calles dedicadas a los Becker, y bajo estas fachadas hay una pequeña plaza con un riachuelo y paneles informativos de la historia de estas casas y el barrio de la judería. La verdad es que la zona ha conocido mejores tiempos.
Iglesia de Santa María Magdalena y el Convento de la Concepción
El Convento de la Concepción conserva también celosías mudéjares de yeso tallado, y la torre es de planta cuadrada y octogonal.
Palacio Episcopal
Aunque la mejor vista del Palacio Episcopal se da desde el río Queíles, ya que está construido sobre la roca sobre la que se erige gran parte del casco histórico, en frente de la iglesia de Santa María Magdalena está una de las entradas a este palacio renacentista. Desde este punto se pueden, entre otras cosas, ver la Catedral y la antigua plaza de toros.
Antigua fortaleza musulmana fue posteriormente residencia de los reyes de Aragón y casa del obispo de la diócesis de Tarazona. En el 2020 fue declarado Bien de Interés Cultural. En 1591 Felipe II celebró las Cortes de Aragón en este edificio y, al parecer, en la primera mitad del siglo XX tres techumbres mudéjares fueron vendidas al magnate americano de los medios de comunicación William Randolph Hearst (Wikipedia); una de ellas se encuentra hoy en día en Monterrey (México).

Espacio cultural San Atilano
Callejeando un poco más por el casco antiguo, encontramos la iglesia de San Atilano, desacralizaada en la década de los 1980 y convertido Espacio Cultural entre los años 2006 y 2007; una sala polivalente donde entre otras cosas se hacen exposiciones. La verdad es que es una bonita forma de aprovechar las iglesias. San Atilano es el patrón de Tarazona; nació en la ciudad en el siglo IX y fue el primer obispo de Zamora, donde reposan sus restos, aunque desde el siglo XVII un fragmento de su brazo está en la Catedral de Tarazona. Se celebran dos fiestas en su honor: el 5 de octubre, el día del santo, y el 28 de agosto, la conmemoración del traslado de la reliquia desde Zamora.
La Catedral de Santa María de Huerta
Después de callejear un poco más por la judería, pasar por la plaza mayor donde estaban retirando y preparando todo para las fiestas, bajamos poco a poco al río Queiles y llegamos a la impactante Catedral de Santa María de Huerta. Entre los estilos de la catedral están el gótico, mudéjar y renacentista, que se superponen en la que está considerada como una de las mejores catedrales hispánicas del gótico. Los orígenes se remontan al siglo XIII y se puede visitar creo que hasta las 18:00 de la tarde.
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La plaza de la Catedral. |
Plaza de Toros Vieja
No podía irme de Tarazona sin haber visitado, aunque fuese de pasada, el Teatro de Bellas Artes donde se celebra el Festival de Cine de Comedia de Tarazona y el Moncayo y a efectos prácticos "la razón" por la que conocí Tarazona a través de Paquita Salas. Construido en el año 1921 es ejemplo de la arquitectura eclecticista.
Lo que más me gustó: Es una ciudad que se puede visitar muy fácil en un día y tiene varias cosas curiosas para ver. Me gustó la visita.
Lo que menos me gustó: El casco antiguo ha vivido mejores épocas.

Como llegar en coche: desde Pamplona dirección Tudela y en Tudela coger la N-121.
Dónde aparcar: aparcamos en el Parkin Carrera Zaragoza (nombre en Google Maps), que más que un aparcamiento parecía un descampado. Hay varios aparcamientos por el pueblo.
Cerca de Tarazona:
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